jueves, 2 de febrero de 2012


Campo en otoño.
La tarde está muriendo
como un hogar humilde que se apaga.
Allá,sobre los montes,
quedan algunas brasas.
Y ese árbol roto en el camino blanco
hece llorar de lástima.
¡Dos ramas en el tronco herido,y una
hoja marchita y negra en cada rama!
¿Lloras?...entre los álamos de oro,
lejos,la sombra del amor te guarda.
                                             Antonio Machado

Poesía Catalana

 Voy a incluir aquí a dos grandes poetas en lengua catalana: Ausías March y Salvador Espriu. Muchos poemas de estos poetas han sido cantados por el cantante valenciano, de Xàtiva, Raimon. Dos representantes de épocas distintas, Ausías de la primera mitad del siglo XV y Espriu del siglo XX.

Ausías March (1397-1459)

Lo jorn ha por

Lo jorn ha por de perdre sa claror:
quan ve la nit que expandeix ses tenebres,
pocs animals no cloen les palpebres,
e los malalts creixen de llur dolor.
Los malfactors volgren tot l'any duràs
perquè llurs mals haguessen cobriment.
Mas io qui visc menys de par e en turment
e sens mal fer, volgra que tost passàs.

E, d'altra part, faç pus que si matàs
mil hòmens justs, menys d'alguna mercè,
car tots mos ginys jo solt per trair-me.
E no cuideu que el jorn me n'escusàs,
ans en la nit treball rompent ma pensa
perquè en lo jorn lo traïment cometa:
por de morir ne de fer vida estreta
no em tol esforç per donar-me ofensa.

Plena de seny, mon enteniment pensa
com aptament lo llaç d'amor se meta;
sens aturar, pas tenint via dreta,
vaig a la fi si mercè no em defensa.

Salvador Espriu (1913-1985)

Inici de càntic en el Temple

Ara digueu: «La ginesta floreix,
arreu als camps hi ha vermell de roselles.
Amb nova falç comencem a segar
el blat madur i, amb ell, les males herbes.»
Ah, joves llavis desclosos després
de la foscor, si sabíeu com l’alba
ens ha trigat, com és llarg d’esperar
un alçament de llum en la tenebra!
Però hem viscut per salvar-vos els mots,
per retornar-vos el nom de cada cosa,
perquè seguíssiu el recte camí
d’accés al ple domini de la terra.
Vàrem mirar ben al lluny del desert,
davallàvem al fons del nostre somni.
Cisternes seques esdevenen cims
pujats per esglaons de lentes hores.
Ara digueu: «Nosaltres escoltem
les veus del vent per l’alta mar d’espigues.»
Ara digueu: «Ens mantindrem fidels
per sempre més al servei d’aquest poble.»

In memoriam

Quiero hacer un pequeño homenaje a un gran amigo que se nos fue hace ya casi dos años. Lo tengo presente en mi memoria continuamente, pero hasta ahora no había podido escribir nada. En nuestro recuerdo siempre.

A  PABLO

Era domingo,
de aquel nefasto mayo.
Sonó el teléfono,
era Esther,
la hija de Pablo.
"¿Qué ha pasado?"-
"Mi padre ha fallecido."
La aguja de la muerte
me pinchó en el costado.
Me derrumbé llorando,
en el sofá de casa,
y con la mente en blanco.
Luego, un poco más tarde,
recordé a aquel amigo,
amigo..., tantos años.
Aunque tiempo estuviéramos
sin vernos, sin hablarnos…,
parecía que ayer
habíamos conversado.
Yo mucho lo quería,
tanto como a un hermano.
Era un gran hombre,
trabajador, honrado,
agradable en el trato,
simpático y honesto.
Buen marido, gran padre,
y, abuelo, hubiera sido,
para todos sus nietos.
Y se ha ido..., se ha ido
dejándonos a todos:
esposa, hijas y hermanos,
compañeros, amigos
y alumnos tantos..., tantos…,
rumiando en silencio,
recordando momentos,
y muchísimos hechos,
que ahora se agolpan en la mente,
de pena confundiéndonos.
Y nuestra vida sigue…,
sin saber hacia donde,
sintiendo el frío helado
de la terrible muerte.
Pablo... ya no está aquí,
Pablo..., nos ha dejado.



miércoles, 1 de febrero de 2012

Una poetisa  suiza-argentina que descubrí no hace mucho tiempo.

¡Aymé!

Y sabías amar, y eras prudente,
y era la primavera y eras bueno,
y estaba el cielo azul, resplandeciente.

Y besabas mis manos con dulzura,
y mirabas mis ojos con tus ojos,
que mordían a veces de amargura.

Y yo pasaba como el mismo hielo...
Yo pasaba sin ver en dónde estaba
ni el cruel infierno ni el amable cielo.

Yo no sentía nada... En el vacío
vagaba con el alma condenada
a mi dolor satánico y sombrío.

Y te dejé marchar calladamente,
a ti, que amar sabías y eras bueno,
y eras dulce, magnánimo y prudente.

Toda palabra en ruego te fue poca,
pero el dolor cerraba mis oídos...
Ah, estaba el alma como dura roca.


                                               Alfonsina Storni 

A una amiga

En honor a una buena amiga escribo aquí un poema del genial uruguayo Mario Benedetti.

A tientas

Se retrocede con seguridad
pero se avanza a tientas
uno adelanta manos como un ciego
ciego imprudente por añadidura
pero lo absurdo es que no es ciego
y distingue el relámpago la lluvia
los rostros insepultos la ceniza
la sonrisa del necio las afrentas
un barrunto de pena en el espejo
la baranda oxidada con sus pájaros
la opaca incertidumbre de los otros
enfrentada a la propia incertidumbre
se avanza a tientas / lentamente
por lo común a contramano
de los convictos y confesos
en búsqueda tal vez
de amores residuales
que sirvan de consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de nostalgias
se avanza a tientas/ vacilante
no importan la distancia ni el horario
ni que el futuro sea una vislumbre
o una pasión deshabitada
a tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices ni tacto
y a ciegas otra vez y para siempre
se introduce en un túnel o destino
que no se sabe dónde acaba.


                                       Mario Benedetti
       
 





Adolescencia

+
He aquí un precioso poema de juventud de Juan Ramón. En él se "podrían" sentir identificados muchos de nuestros jóvenes. Quizá se pueda escuchar la recitación en el apartado "Con mi voz"


En el balcón, un instante
nos quedamos los dos solos.
Desde la dulce mañana
de aquel día, éramos novios.
—El paisaje soñoliento
dormía sus vagos tonos,
bajo el cielo gris y rosa
del crepúsculo de otoño.—
Le dije que iba a besarla;
bajó, serena, los ojos
y me ofreció sus mejillas,
como quien pierde un tesoro.
—Caían las hojas muertas,
en el jardín silencioso,
y en el aire erraba aún
un perfume de heliotropos.—

No se atrevía a mirarme;
le dije que éramos novios,
...y las lágrimas rodaron
de sus ojos melancólicos.
                                   Juan Ramón Jiménez

Introducción

Después de más de año y medio, quiero retomar la labor que, en principio, tuvo una finalidad docente. Ahora me propongo disfrutar yo e intentar hacer disfrutar a aquellos que lean mi blog, con la poesía en general. Empezaré retocando algunos apartados, así como las recitaciones y videos que ni se oyen ni se ven. Y luego quiero continuar con la poesía regionalista del siglo pasado, así como con  la poesía de las otras lenguas españolas: catalan, gallega y vasca. Intercalando, de vez en cuando, poemas de mis poetas preferidos y de todas las épocas.

jueves, 24 de junio de 2010

murciano

 POESÍA  REGIONALISTA
 Murciano

Cansera

¿Pa qué quiés que vaya? Pa ver cuatro espigas
arroyás y pegás a la tierra;
pa ver los sarmientos rüines y mustios
y esnüas las cepas,
sin un grano d'uva,
ni tampoco siquiá sombra d'ella...
Pa ver el barranco,
pa ver la laera,
sin una matuja...¡pa ver si se embisten
de pelás las peñas!...
Anda tú, si quieres,
que a mí no me quea
ni un soplo d'aliento,
ni una onza de juerza,
ni ganas de verme,
ni de que me mienten siquiá la cosecha...
Anda tú si quieres,que yo pué que nunca
pise más la senda,
ni pué que la pase, si no es que entre cuatr,
ya muerto, me llevan...
Anda tú, si quieres...
No he d'ir, por mi gusto,si en crus me lo ruegas,
por esa sendica por ande se jueron,
pa no volver nunca, tantas cosas güenas...
esperanzas, quereres, suores...
¡tó se jue por ella ella!
Por esa sendica se marchó aquel hijo
que murió en la guerra...
por esa sendica se jué la alegría...
¡por esa sendica vinieron las penas!...
No te canses, que no me remuevo;
anda tú, si quieres, éjame que duerma,
¡a ver si es pa siempre!...¡si no me espertara!...
¡Tengo una cansera!...
                                Vicente Medina

miércoles, 16 de diciembre de 2009

 Extremeño

 A mí n'amás me gusta...

¡A mí n'amás me gusta
que dali gustu al cuerpo!

Si yo fuera bien rico
jacía n'ámas eso:
jechalmi güenas siestas
embajo de los fresnos,
jartalmi de gaspachos
con güevos y poleos,
cascalmi güenos fritis
con bolas y pimientos,
mercar un güen caballo,
tenel un jornalero
que to mo lo jiciera
pa estalmi yo bien quieto,
andal bien jateao,
jechal cá instanti medio,
fumal de nuevi perras
y andalmi de paseo,
lo mesmo que los curas,
lo mesmo que los médicos...

Si yo fuera bien rico,
jacía n'amás eso,
¡que a mí n'amás me gusta
que dali gustu al cuerpo!

José Mª Gabriel y Galán

domingo, 6 de diciembre de 2009

El rey Almutamid 

 
Nanas de la cebolla

viernes, 10 de julio de 2009


Mi poeta

Si se pudiera elaborar una clasificación de los poetas del s.XX, ¿cuál diríamos que es el mejor? No tendría sentido decirlo. Pero hay uno que es irrenunciable: Antonio Machado. Quizá el más importante, ¿por qué?, porque importa a los españoles, aún setenta años despúes de su muerte.
Antonio Machado era un hombre sencillo, modesto, desaliñado, "ya conocéis mi torpe aliño indumentario", sin dinero, profesor provinciano sin puesto importante, para muchos sería un pobre hombre, pero habría que decir un pobre hombre...genial.
Quiero reflejar aquí la influencia que ejerció en él su estancia en Soria de 1907 a 1912. Aunque sevillano, después de Soria, Castilla estará presente en su poesía, será el centro sobre el que girará su obra.
Los años sorianos le marcaron para siempre. Llega a un profundo conocimiento de una ciudad, de un paisaje y de unas gentes que, ya para siempre, llevará en su pensamiento. En Soria tiene quizsás la experiencia más importante de su vida y que llevará para siempre en su corazón:
su amor por Leonor, un amor sincero, tierno, tímido, feliz y, finalmente, destrozado por la muerte. La conoció siendo casi una niña y le entró en el alma. Se casó con ella y en agosto de 1912 la perdió, cuando sólo tenía dieciocho años.
Machado habla de amor, sí,pero hay algo más profundo en su poesía que yo calificaría de enamorada. El amor no es tema, es la raíz, el corazón, el alma. El amor a la mujer, a la tierra, al paisaje, a las gentes.
Veamos ahora un ejemplo de esa identificación y unión del poeta con las tierras y gentes de Soria.


¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas
por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria, oscuros encinares,
ariscos pedregales,calvas sierras,
caminos blancos y álamos del río,

tardes de Soria, mística y guerrera,
hoy siento por vosotros, en el fondo

del corazón, tristeza,
tristeza que es amor! ¡Campos de Soria
donde parece que las rocas sueñan,
conmigo vais! ¡Colinas plateadas,

grises alcores, cárdenas roquedas!


He vuelto a ver los álamos dorados,
álamos del camino en la ribera

del Duero, entre San Polo y San Saturio,
tras las murallas viejas
de Soria - barbacana
hacia Aragón, en castellana tierra-.
Estos chopos del río, que acompañan
con el sonido de sus hojas secas
el son del agua cuando el viento sopla,
tienen en sus cortezas
grabadas iniciales que son nombres
de enamorados, cifras que son fechas.
¡Álamos del amor que ayer tuvisteis
de ruiseñores vuestras ramas llenas,
álamos que seréis mañana liras
del viento perfumado en primavera;
álamos del amor cerca del agua
que corre y pasa y sueña,
álamos de las márgenes del Duero

conmigo vais, mi corazón os lleva!

¡Oh, sí! Conmigo vais, campos de Soria,
tardes tranquilas, montes de violeta,
alamedas del río, verde sueño

del suelo gris y de la parda tierra,
agria melancolía
de la de la ciudad decrépita,

me habéis llegado al alma,
¿o acaso estabais en el fondo de ella?
¡Gentes del alto llano numantino
que a Dios guardáis como cristianas viejas,
que el sol de España os llene

de al
egría, de luz y de riqueza!

Este fragmento pertenece a "Campos de Soria", extenso poema, en nueve partes breves, en el que Antonio Machado llega a la cima como paisajista, con un estilo sencillo y sobrio, y con una estrofa escasamente sonora: la silva asonantada. Las diversas partes son  silvas asonantadas, a excepción de la VI (versos octosílabos consonantes con un tetrasílabo) y V (en silva consonante) . Los distintos fragmentos van evocando sucesivamente: el 1, la indecisa
primavera soriana; el 2, el paisaje visto desde la tierra; el 3, el paisaje visto desde la altura; el 4, los pobres labriegos trabajando la tierra, en otoño; el 5, refleja un drama rural y el invierno; el 6, la ciudad de Soria, venida a menos; el 7, sus sentimientos hacia aquellas tierras; el 8, exaltación de las riberas del Duero, donde alcanza la plenitud lírica; el 9, proclamción de su unión con las tierras sorianas y sus gentes. El texto aquí incluido corresponde a las partes VII, VIII y IX.






miércoles, 24 de junio de 2009


El tema de la muerte en la poesía lírica

El tema de la muerte ha sido presentado en la literatura, y sobre todo en la poesía lírica desde diversos ángulos, según las concepciones de las distintas épocas y de los poetas.
A raíz de la peste negra de 1348 que mató a un tercio de la población europea, se extendió una nueva actitud de comportamiento de las gentes: una invitación a disfrutar de la vida-carpe diem- que se desarrollará plenamente en el Renacimiento. Paralelamente a esta actitud se desarrolló también una corriente moralizante, pesimista que se refleja en la literatura y que tiene como objetivo el temor hacia la muerte, como enemiga del mundo, un poder deshumanizado que produce terror y ante la cual todos somos iguales: ella iguala a todos los seres humanos: concepción macabra e igualadora.
Como ya se ha dicho, a lo largo de la historia de la literatura se han tenido distintas concepciones de la muerte:

- a)La muerte aceptada.
- b)Esperanza de vida tras la muerte.
- c)La muerte como liberación.
- d)Visión estoica de la muerte.
- e)Rebelión contra el hecho de la muerte.

a) Frente a la visión macabra y deshumanizada de la muerte que se tenía en la Edad Media hay una evolución significativa con el paso del tiempo: la muerte no es algo terrorífico sino una experiencia ligada a la vida que por las creencias religiosas es aceptada.
b) En el siglo XV, Jorge Manrique personificó la muerte para que consolara a su padre y no le resultara tan amargo el trance de morir. En sus “Coplas a la muerte de su padre”, la muerte no es la figura macabra de la guadaña, sino que aparece con voz serena convenciendo al moribundo para que no oponga resistencia, porque le espera la vida de la fama y la vida eterna.

Y pues vos, claro varón,
tanta sangre derramaste
de paganos,
esperad el galardón
que en este mundo ganaste
por las manos;
y con esta confianza
y con la fe tan entera
que tenéis,
partid con buena esperanza,
que esta otra vida tercera
ganaréis.


c) La idea romántica de la vida, en la que los poetas se sienten fracasados, les lleva a desear la muerte como liberadora de esa vida absurda en la que ni se integran ni colma sus ideales. Ejemplo de Rosalía de Castro:

¿Por qué Dios piadoso,
por qué llaman crimen
ir en busca de la muerte que tarda,
cuando a uno esta vida
le cansa y le aflig
e.

c) Otros poetas muestran la falta de apego a los bienes materiales y sí disposición a aceptar la muerte cuando llegue, como un hecho natural. Como hace Machado en los últimos versos de su poema “Retrato”.

Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.


e) Se produce en los allegados al difunto un sentimiento de rebeldía angustiosa, como, por ejemplo, Miguel Hernández en su “Elegía a Ramón Sijé”.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.