jueves, 2 de febrero de 2012

In memoriam

Quiero hacer un pequeño homenaje a un gran amigo que se nos fue hace ya casi dos años. Lo tengo presente en mi memoria continuamente, pero hasta ahora no había podido escribir nada. En nuestro recuerdo siempre.

A  PABLO

Era domingo,
de aquel nefasto mayo.
Sonó el teléfono,
era Esther,
la hija de Pablo.
"¿Qué ha pasado?"-
"Mi padre ha fallecido."
La aguja de la muerte
me pinchó en el costado.
Me derrumbé llorando,
en el sofá de casa,
y con la mente en blanco.
Luego, un poco más tarde,
recordé a aquel amigo,
amigo..., tantos años.
Aunque tiempo estuviéramos
sin vernos, sin hablarnos…,
parecía que ayer
habíamos conversado.
Yo mucho lo quería,
tanto como a un hermano.
Era un gran hombre,
trabajador, honrado,
agradable en el trato,
simpático y honesto.
Buen marido, gran padre,
y, abuelo, hubiera sido,
para todos sus nietos.
Y se ha ido..., se ha ido
dejándonos a todos:
esposa, hijas y hermanos,
compañeros, amigos
y alumnos tantos..., tantos…,
rumiando en silencio,
recordando momentos,
y muchísimos hechos,
que ahora se agolpan en la mente,
de pena confundiéndonos.
Y nuestra vida sigue…,
sin saber hacia donde,
sintiendo el frío helado
de la terrible muerte.
Pablo... ya no está aquí,
Pablo..., nos ha dejado.



No hay comentarios:

Publicar un comentario